sábado, 2 de agosto de 2008

Final feliz...de momento


Si el otro día os hablaba de mi desdicha por la pérdida veraniega de mi 360, ahora os puedo decir que he vuelto a sonreir. La criatura llegó a casa anteayer sobre las 2 del mediodía y sin hacer mucho ruido. Cuando llamaron al timbre de mi casa tuve un buen presentimiento, y efectivamente detrás de la puerta se hallaba un hombre con gorra que soltó: "traigo la xbox". Fue como si vinieran unos segundos reyes, en este caso un paje, vamos.

Lo primero que me sorprendió fue que la máquina vino en una caja diferente a la que yo había enviado, pero cuando la abrí furtivamente corroboré, número de serie mediante, que se trataba de mi consola reparada y no de una nueva u otra rematada a base de piezas varias. Junto a la Xbox habían adjuntadas unas hojas en las que Microsoft me indicaba, muy gentilmente, la reparación que habían llevado a cabo (cambio de placa base y lector) y me pedía disculpas por los problemas ocasionados. Y, por si hacía falta decirlo, dentro de un sobre encontré un bono de Live gold válido para un mes, perfecto para solventar los días que había perdido durante el viaje de la blanca a Frankfurt.

Mi objetivo, claro está, era comrpobar de primera mano si el cacharro funcionaba o si Microsoft me había tomado el pelo twice. Por eso, antes de ir a trabajar, lo dejé todo preparado y cuando volví acudí raudo y veloz a probar el estado del producto y el susto que me llevé fue de escándalo porque nada más encender la 360 aparecieron, no 3 luces rojas, sino 4. Por suerte, a los dos minutos de frustración me dio por revisar la conexion de los cables y descubrí que, con las prisas, uno había quedado mal encajado. Así, y para mi alivio, mi 360 volvió a la normalidad de la que no debería haber salido nunca y, después de volver a configurarlo todo, sí, el live también, pude jugar de nuevo. Unas horas de vicio más tarde, puedo afirmar que mi 360 recién salida de quirófano no se calienta tanto y no desprende aquel ruido cual helicóptero despegando el vuelo, pero a ver cómo evoluciona.

La conclusión de toda esta aventura es, ni más ni menos, que la cultura corporativa de Microsoft aprueba con nota porque, a parte de tratarme bien, que era lo lógico, envié la consola el miércoles de la semana pasada y este jueves ya la volvía a tener (8 días entre ir, ser reparada y volver). Evidentemente, hay casos y casos en los que el SAT ha derivado en una suerte de pesadilla para más de un usuario pero en lo que a un servidor concierne no tengo ninguna queja al respecto. Ahora bien, que Microsoft sea galante en estas situaciones no quita que aquí haya un tremendo error de base al que no se ha puesto solución. Los modelos Elite y Falcon prometían solucionar el problema de las 3 luces rojas y, si bien el número de damnificados se ha visto exponencialmente reudcido, las bajas continúan siendo importantes. Por eso yo le pido a tito Bill o a quien sea que se ponga las pilas en este aspecto, porque si no una de las mejores consolas de los últimos tiempos pasará más a la historia por sus constantes petardeos que no por su exquisito abanico de posibilidades y juegos.

2 comentarios:

sesi dijo...

Recuerda: no vayas hacia la luuuuuuuz (roja) XD

Lo ke más temo con la futura convergencia consola/pc es esto, petardeos y colgadas. Ké gusto da aún a estas alturas soplar un cartucho de Snes... XDD

Ryu_gon dijo...

Le echaré un buen ojo porque temas como este siempre precisan de ser analizados y fortalecidos desde el prisma de la madurez, pero también del de la juventud.

Gracias por la visita.

Saludos!