
Que el personaje de Gokuh sea perenne en el mundo de los videojuegos es algo que, como ya comenté en otro post, tiene un gran aliciente para los fans y no fans del personaje. Porque el universo Dragon Ball gusta, y verlo revivido generación tras generación pese a la muerte del manga es algo que nos llena de emoción. Ahora bien, no me parece tan correcto que para prolongar la presencia del súper saiyan en consolas se tenga que abusar del consumidor, tal y como hace este nuevo Burst Limit.
Entregas de 16 bits a parte, e incluso salvando las distancias en los DGB Ultimate Battle y Final Bout de Playstation, mucho mejor el primero que el segundo, la fiesta de Namco-Bandai empezó en la negra de 128 bits bajo el sello Budokai. Una trilogía que fue incluyendo paulatinamente las sagas más importantes de Z hasta llegar a GT, y que finalmente derivó en los amados y odiados a partes iguales Tenkaichi. Tres juegos más que salieron para dar un nuevo enfoque a los combates situando la cámara detrás del personaje y obteniendo así un dominio, que no control, más perfecto del personaje (nunca antes lanzar un kame-hame-ha había sido tan impresionante). Las versiones de PSP, Shin Budokai, siguieron la estela del beat em up clásico, potenciando la espectacularidad que brinda el tener una portátil tan potente como ésta.
Finalmente, el penúltimo experimento consistió en aplicar los cambios de Tenkaichi a las capacidades del Wiimote, que, como muchos comentan, (un servidor no lo ha jugado) ofrecen una experiencia de juego muy satisfactoria. Más aún, si tenemos en cuenta que el juego cuenta con la nada desdeñable cifra de 150 personajes (han leído bien).
Así, y después de jugar a la demo de Burst Limit, personalmente esperaba algo más. El Cell Shading está llegando a unos niveles de vistosidad inauditos, pero esto no es suficiente para vender un producto que, de nuevo, abarca hasta la saga de Célula y que dispone únicamente de 21 personajes seleccionables. Esto es, sin lugar a dudas, un Budokai 1 en alta definición. Además, jugablemente es muy espectacular y dinámico (realmente parece que estemos enzarzados en las batallas de estos guerreros del espacio), pero los constantes ataques especiales con escena de regalo rompen el ritmo de una forma alarmante. Por si esto no era suficiente, los momentos narrados también transcurren a alta velocidad, traicionando el estatismo típico de la animación de Dragon Ball. Finalmente, el doblaje al inglés termina de rematar la faena, puesto que nos hartaremos de escuchar a Gokuh gritar un "Take this" cada dos o tres segundos.
Y sí, repito, hablo de una demo, pero de una demo colgada dos semanas antes de que el juego saliera a la venta. Ahora ya podemos decir que Dragon Ball no sólo está anclado en su concepto de Beat em up (exceptuando los Tenkaichi) sino que además retrocede en cuanto a oferta para vendernos lo mismo de siempre y más caro todavía. De todas formas, voy a jugarlo como es debido para corroborar estas impresiones, aunque dudo que mi opinión cambie demasiado.