sábado, 12 de abril de 2008

Crítica: Mass Effect

Estoy sumido en una profunda depresión. La causa, haber disfrutado del mejor rol de los últimos años y saber que tardaré mucho en experimentar algo así de nuevo. Pero de esta forma transcurre la vida del consumidor de videojuegos, una larga travesía en la que, de vez en cuando, aparecen fastuosos tesoros que nos ciegan de avaricia y nos obligan a recordarlos para siempre. Ahora, puedo decir que Mass Effect es uno de estos tesoros, una reliquia venida del espacio exterior para quedarse en nuestra mente durante mucho, mucho tiempo.


Seguro que algunos de ustedes han soñado alguna vez con ser Flash Gordon, embarcarse en la Estrella de la Muerte con un viaje de ida pero sin vuelta al infinito o, simplemente, disfrutan cada vez que escuchan la majestuosa melodía de Richard Strauss (Así habló Zaratustra) que nos conduce irremediablemente a hablar, una vez tras otra, de la portentosa 2001: Una odisea del Espacio. Pues bien, todos estos sueños húmedos de la opera espacial confluyen en Mass Effect, la última lección de rpg occidental ofrecida por Bioware. Y es que, como ya comenté hace unos días en un post anterior, hay formas y formas de hacer rol, y este grupo de programación canadiense parece destinado a crear iconos del género una y otra vez. Lo ha demostrado sobradamente con Neverwinter Nights, los Baldur's Gate, Star Wars: caballeros de la antigua república y Jade Empire; con Mass Effect, las bases de Kotor se han llevado a una nueva dimensión que sitúa al título de 360 entre los mejores, si no el mejor, juego del vasto catálogo de la blanca de Microsoft.

Porque hablar de Mass effect es sinónimo de ambición, de una osadía y unas ganas, no de comerse el mundo, sino la galaxia entera por parte de Bioware que incluso repercute en algunos apartados técnicos del juego, pero que para nada mancillan el cuerpo de esta titánica obra. Mucho se ha hablado ya sobre las características de Mass Effect y sería una grosería por mi parte repetirlas, así que me limitaré a exponer las sensaciones personales que me ha transmitido el juego.

En primer lugar, el sentimiento, por primera vez, de encarnar a un personaje con todas las de la ley dentro de un videojuego. Y para ello me remito al significado del término "rol", léase por la RAE "papel, función que algo o alguien cumple". Proyectado sobre un videojuego, para mí esto es poder de decisión, maleabilidad del personaje en cuestión, que se traduce en una conducta u otra y que, habilidades a parte, es el rasgo que más sobresale de lo meramente jugable y el que debería ser más explorado desde YA. Mass Effect parte de esta idea para mostrarnos líneas y líneas de un trabajado guión (se notan los casi tres años de desarrollo) en los que, constantemente, nosotros deberemos participar, ya sea para expresar nuestra consonancia con la acción o para disentir de las propuestas de algunos personajes, pudiendo incluso llegar a ser odiados por ellos. Sin embargo, debo matizar que todo se mide por un parámetro de virtud y rebeldía que no deja de ser una mera habilidad más en la ficha del comandante Shepard, aunque aplaudo efusivamente a Bioware por querer dar un paso más allá en cuanto a interactividad entre personajes, que a buen seguro llegarán a perfeccionar en poco tiempo.

En segundo lugar, la credibilidad. El sentirte "jefe" de la nave Normandía, comandante de una tripulación cosmopolita a nivel intergaláctico que lucha por una misma causa. A todo esto contribuye el universo paradigmático creado por Bioware, donde los planetas se enlazan con sistemas, los sistemas con cúmulos y éstos con una galaxia totalmente genuina e inefable, a pesar de las múltiples referencias sobre las que fluye. Para expresarlo debidamente les voy a situar. Imaginen que acaban de completar con éxito una peligrosa misión en un planeta anclado en los confines del universo. Regresan a su nave, son escaneados por el sistema de autodefensa de la misma, y entran en ella. Allí les aguarda el resto de la tripulación, dispuesta a comentar todos los sucesos que se han producido y a estudiar los próximos movimientos para detener el al malo de turno en una sesión cual mesa redonda. Expuestas las valoraciones del grupo, cada uno vuelve a sus puestos de la nave y tú quedas de nuevo al mando. Una libertad que te permite entablar conversaciones personales con tu escuadrón e intimar con cada uno de sus miembros, descubrir su pasado y los proyectos de futuro que dibujan a tu lado. Tú los escuchas, los rectificas si hace falta y al final los animas, como el buen capitán que arenga a sus soldados antes de entrar en el frente de batalla. Y ellos únicamente pueden hacer una cosa, respetarte. Finalmente, decides extender el mapa virtual de la galaxia desde el puente de mando y te sumerges en un planetarium virtual en el que los astros se muestran ante ti como pequeños puntos susceptibles de ser explorados minuciosamente. La lástima es que no podemos viajar a todos ellos y en muchas ocasiones nos tenemos que conformar con una descripción pormenorizada de sus historias, características climáticas y otros puntos de considerable interés. No obstante, como ya he comentado, la verosimilitud (dentro de la ficción) y la inmersión son para quitarse el sombrero.

En tercer lugar, voy a hablarles de seriedad. El Efecto de la Masa es una obra rigurosa en cada uno de sus parámetros, de ahí que sea tan absorbentemente buena. La situación roza el Apocalipsis y, en consecuencia, no hay lugar para el arquetipo gracioso presente en la mayoría de rpg’s. Esto no significa que en determinados momentos no haya lugar para la sorna y la sonrisa, pero siempre bajo el punto de vista comedido y honorable que Bioware ha querido imprimir al juego. Porque la cordialidad y la diplomacia están presentes en todo momento y edulcoran suavemente cada uno de los intensos combates que vives durante tu aventura. Es más, si nos esforzamos podemos completar una subtrama amorosa entres los protagonistas, salvar la vida de más de un personaje o, por ende, acabar con otra. Y esto, amigos míos, es grandeza, mimo y respeto a la persona que se encuentra a los mandos de la consola.

Para terminar, el último punto que me queda por citar es la épica. Una épica que va in crescendo des del momento que llegamos a la Ciudadela, la gigantesca sede interplanetaria en la que habitan representantes de toda la galaxia, nos convertimos en espectro, hasta que nos marcamos el objetivo de demostrar que el ser humano también tiene algo que decir en medio del conflicto generado. Pero lo mejor nos espera en las cinco o seis horas finales de la trama principal. SPOILERS: Saren está a punto de guiar al Soberano, único ejemplar de una raza (los segadores) que despierta cada X años de su letargo para acabar con toda forma de vida existente, a través del conducto. Nosotros hemos seguido al turiano durante toda la aventura para evitar que el Soberano reviva a todo el ejército de Segadores y juntos acaben con todas las razas del universo e inicien su cíclica génesis personal. Pues bien, llegamos a un punto en el que heroicamente nos convertimos en la única esperanza, suena a tópico y de hecho lo es, para salvar el mundo y, en última instancia, lo hacemos. Así de sencillo. Y no me pregunten cómo pero Mass Effect, en sus momentos finales, consigue levantarte del sillón y aplaudir efusivamente para despedir a una trama, a unos personajes y a una experiencia jugable estratosférica dentro de lo esperado. FIN SPOILERS

Y aquí radica la grandeza del juego, porque la trama es la excusa para transportarnos a un escenario dinámico y vivo, donde los personajes parecen tener vida propia gracias a una representación facial que pone los pelos de punta.Así es Mass Effect. El inicio pletórico de una trilogía que, si mantiene lo mostrado en su primera entrega, gozará de inmortalidad en un género con grandes exponentes en su haber.

4 comentarios:

El Miope Muñoz dijo...

Prometo intentar pasarme un rol este verano, se llame mass effect o eternal sonata. En ambos encuentro motivos. De todos modos me gustaría cometnar cosas, me salté el párrafo de los spoilers naturally, que me han llamado de este post, que generan preguntas sobre el juego:

-La necesidad de eliminar la condición de GOTY, o de ampliarlo a un repaso más exhasutivo.

-Si Mass Effect es una trilogia planeada , renovadora y demás, es una historia épica o qué diantres es. Para eso nos falta tiempo.

-A quien diantres debe más Mass Effect: a la scifi de conceptos brillantes de la serie de Star Trek, al inocente cuento de hadas de George Lucas o a la metafíscia clarkiana de Kubrick.

-la influencia creciente del rpg con otros géneros (el action rpg) o en el tipo sandbox donde , pese a que no se diga, hay una notoria mixtura genérica todavía más creciente.

Ryu_gon dijo...

Interesante lo que comentas. El GOTY siempre me ha parecido una operación de merchandising, puesto que los juegos deberían compararse por géneros (no se puede elegir entre Mario Galaxy y Mass Effect). Y si se hace, me gustaría saber en base a qué criterios.

Sí, Mass Effect es una trilogía planeada que se desprende del mismo final de la primera entrega, aunque, puestos a decir, su universo daría para muchas más. Ahora bien, primero habrá que ver si la calidad también acompaña...

Desde mi punto de vista, Mass Effect recoge la influencia principalmente de Star Wars y de Star Trek, aunque lógicamente también añade de su parte y bebe de toda la mitología de la opera espacial y sus múltiples referentes
pulp.

Yo más bien diría que el Sandbox tiene sus influencias más sanas en el rpg. El hecho de hablar con los personajes y llevar a cabo misiones secundarias en forma de tareas aquí se convierte en el hilo conductor, mientras que en el rpg es un además.

sesi dijo...

Ahora mismo ando algo corto de tiempo y escribo sin haber leído la actualización, pero me keda pendiente ;) (k gay keda esto por dios... XD)

Pero ya ke estoy te paso un link de mi cutrelog, donde a falta de abrirme un blog escupo alguna ke otra reflexión videojueguística de vez en cuando:

http://www.fotolog.com/inculturageneral

(si lo consideras spam bórralo y te lo mando por msn, sin problemas)

xavier dijo...

Es un placer conocerte RYU, conocer una persona que sabe reconocer la grandeza de las cosas, estot totalmente de acuerdo contigo, este juego es una obra de genios, es una auténtica obra de arte en la que queda te das cuenta realmente que los artistas han podido imprimir lo mejor de ellos mismos desde la creatividad, cariño, y perfeccionismo de su corazón, es una obra hecha con gran intención para compartir un sueño materializado y compartido, es una obra sabios y reyes, es una obra que llega a lo profundo de tu corazón, pues desde tu corazón sientes una profunda gratitud, porque no todos pueden sentir esta gratitut; desde el buen hacer de tu corazón, desde el amor por las cosas bien hechas por parte de tí, puedes respetar y admirar profundamente algo que se identifica con esta propia forma de ser. Lo primero que te deja con la boca abierta cuando comienzas el juego por primera vez, es el gran realismo de las facciones faciales, el realismo de las caras ralla la realidad al igual que el diseño de la nave, los poderes que tenemos al abasto para ser usados, son muy parecidos a los de los Jedais "Star Wars", y solo con estos poderes ya flipas, el sistema de activación y mejoramiento de habilidades también es antástico, tu relación con los personajes la puedes determinar eligiendo lo que vas a decir, puedes elegir actuar positivamente o negartivamente, puedes dejar vivir o puedes asesinar, puedes ser un santo o un demonio, y lo que me olvidaba: antes de empezar a tomar los mandos del jugador puedes elegir su profesión militar entre 6 si mal no recuerdo, puedes ser un militar armado hasta los dientes o puedes ser un soldado cargado de poderes sobrenaturales, o puedes mezclarlo, bueno, pero esto no es lo que os queria decir, lo primero que haces es: modelar el aspecto facial de tu personaje, puedes elegir hombre o mujer, tipo de peinado, color, tamaño y forma de la cabeza,la mandibula, pómulos, labios, barbilla, nariz, ojos "forma, color", cejas; y este aspecto queda completamente reflejado en los movimientos faciales del juego; es para alucinar. Cuando terminas el juego de activan logros, aumenta la fuerza de las capacidades y puedes continuar jugando con el mismo personaje una y otra partida con diferentes dificultades. Tiene mucha tela y cuerda. Pero no es un juego para gente impaciente. Es un juego para la gente que les gustan las cosas bien hechas y para ir con paciencia y con tacto. No todos saben reconocer el valor del oro. Ahora mismo (Junio del 2008)no se con que nuevo proyecto nos van a deslumbrar estos genios, creo que Electronic Arts los ha comprado, espero que nos deleiten pronto con las dos nuevas secuelas de esta segun ellos trilogia de Mass Effect. Espero que no los perdamos y me gustaría que estuviéramos en contacto para mantenernos al dia de sus proyectos. Te dejo mi mail y charlaremos. Un abrazo Ryu. Mail: unikasty@hotmail.com