jueves, 14 de agosto de 2008
Ante ustedes, el juego del año
Una simple y escueta demo ha bastado para enamorarme, para sentir en mis carnes esa deliciosa sensación de estar catando vino del bueno, con sabor añejo pero con un tono sutil de postmodernidad cautivadora. El juego del año, señores míos, no vendrá con la etiqueta de grande, sino con la estirpe minimalista de una joya de coleccionismo gestada en las mágicas profundidades del Live arcade. Mi reciente aislamiento temporal había impedido que probara Braid, una perla que ha encandilado a la crítica de medio mundo y que ya se han descargado miles de persones en apenas unos días. Ayer le pude echar el guante a la demo y desde el primer momento anoté el título en mi agenda como una descarga de presente y de futuro. Porque Braid está dando que hablar, pero lo seguirá haciendo en el futuro como título de culto que todo parece apuntar que es.
Me gustaría definirles mi experiencia de testeo con Braid, pero no será fácil. Por decirlo de alguna manera, con Braid no descubirmos nada nuevo, sino una serie de fórmulas que resumen el arte del videojuego desde sus inicios hasta la actualidad. Presentado con unos preciosistas gráficos dignos de la acuarela más bella y acompasado por una relajante a la par que dulce música clásica, Braid se muestra aparentemente como un plataformas 2d criado a la vieja usanza, pero sin renunciar a unos detalles que lo hacen único en su especie. En otras palabras, nos encontramos delante de un claro homenaje al clásico Super Mario Bros, y prueba de ello son las constantes referencias a la criatura de Nintendo en forma de plantas carnívora y enemigos susceptibles de ser eliminados mediante salto, así como el rescate de una princesa tal en un castillo de paradero desconocido. Sin embargo, Braid esconde mucho más ya que recoge los experimentos de Prince of Persia con las arenas del tiempo o de Shooters como Timeshift o The Darkness para ofrecernos un goloso juego de matices temporales en el que los factores cromáticos, actantes y auditivos responden a un engranaje que encaja a la perfección.
Así, Tim, el simpático personaje que controlaremos en Braid no muere nunca ya que, si erramos nuestro salto o somos alcanzado por una criatura malhechora, siempre podremos rebobinar la escena para repetir la situación. Desde mi punto de vista esto sería una bondad a medias, un detalle ya visto e implementado con mimo en un plataformas singular, pero la cosa no termina aquí. La grandeza de Braid radica en la importancia de controlar el tiempo, no sólo para escapar de una muerte irreductible, sino para avanzar, puesto que los puzzles que se presentan en el juego responden a una lógica que va más allá de la común acción del avance pantalla a pantalla. Aquí, nos colamos en un microcosmos que obedece a pequeños capítulos de un libro y en el que los escenarios nos pueden deparar sorpresas tan recomfortantes como llegar a un nuevo paraje y descubrir que nosotros somos los amos y señores de lo que acontezca en el sitio. Si avanzamos los enemigos lo harán también, si por el contrario retrocedemos, éstos harán lo debido creándose así una interrelación determinante a la hora de obtener las piezas de puzzle (sí, las del gran rompezabezas que construye este juego) o las llaves para acceder a otra localización, ya que puede ser que si saltamos para obtener un objeto, en ese preciso momento se abalance un enemigo sobre nosotros y tengamos que buscar otras vías.
En definitiva, y a falta de jugar golosamente al juego completo, Braid para mí ya brilla con luz propia en el mundo del píxel. Si a su lanzamiento le sumamos el reciente Geometry Wars Evolved 2, se puede afirmar que el Arcade está de enhorabuena. Y, lo más importante, parece que este año, como ya sucediera con Portal en el pasado, tendremos a un gran candidato a juego del año que no responderá al nombre de Fallout 3, GOW 2 o tan siquiera el laureado GTA IV. Braid parece merecerse esto y mucho más.
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2 comentarios:
Touché, amigo. Lo saboreé hace dos días y me dejó encandiladísimo. Su descarga completa es inminente.
El apartado visual, los constantes guiños a otros enormes juegos del ¿mismo género?, la pesadez del dinosaurio para que te descargues el juegos... Un cúmulo de circustancias que hacen que una sola demo sea inolvidable. Los dedos se me desacen con pensar en la versión completa.
¡Vivan las 2D!
Amén, gas. Sin duda, estamos ante una miniatura armada con el poderío de los grandes. Dará que hablar.
Si te hizo gracia el detalle del dinosaurio para comprar el juego completo, descárgate la demo del Bionic Commando Rearmed y descubrirás la ironía pura y dura que tienen los de Capcom con relacióna a la descarga de las demos y los juegos enteritos. Muy bueno.
Saludetes!
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